En los últimos años, la rehabilitación por manga (encamisados) de tuberías sin zanja se ha puesto de “moda” en el sector del mantenimiento de redes de saneamiento o alcantarillado. Esto se debe, entre otros, a los siguientes factores:
- Produce menos inconvenientes para los ciudadanos y las áreas ambientalmente sensibles como pantanos, ríos, parques públicos, parajes históricos y naturales.
- Fortalecimiento de imagen entre la comunidad, ya que producen menos molestias. Es una clara muestra de iniciativa en obras públicas.
- Los proyectos de rehabilitación sin apertura de zanja pueden realizarse en unos días, frente a las semanas y meses que requieren los métodos de excavación y sustitución tradicionales.
- Ofrece mayor seguridad que los métodos convencionales.
Sistema de rehabilitación de tuberías por manga en Badajoz
El encamisado de tuberías o rehabilitación por manga permite la reparación de tuberías enterradas en mal estado en un plazo menor y sin necesidad de realizar obras. Esto es posible gracias a que no es necesario romper el pavimento y excavar hasta alcanzar la tubería, para posteriormente reponerla.
Se trata de una técnica que permite la reparación de tuberías enterradas de saneamiento o alcantarillado en mal estado. Esto sin necesidad de tener que romper el pavimento y excavar hasta alcanzar la tubería, para posteriormente reponerlo. De esta manera, se consigue realizar la reparación de la tubería deteriorada en un plazo menor y con un coste más reducido. Se evitan este tipo de obras auxiliares.
Proceso de rehabilitación por manga (encamisado)
El proceso en cuestión, consiste en encamisar el interior de la tubería, a través de un acceso a la misma (pozo, arqueta etc.), con una manga impregnada de resina. Se introduce un tubo nuevo de menor diámetro en el interior de la tubería deteriorada. De esta forma, las aguas serán conducidas por este nuevo tubo en lugar de por el antiguo. Así se evita las grietas o roturas que el tubo dañado pudiera presentar.
La resina que se emplea en este proceso permite la completa recuperación y mejora de la capacidad hidráulica de la tubería, así como el perfecto funcionamiento de la red de saneamiento.
Además, esta metodología, permite atajar clásicos problemas que se producen en la red de saneamiento como; las juntas entre tubos y la aparición de raíces en la red, quedando estos completamente anulados.
Mediante este proceso conseguimos mejorar la integridad estructural de la tubería, la fluidez del agua, aumentar la elasticidad frente a presiones de la tubería y, sobre todo, hacer que desaparezcan las juntas de la conducción, que son los puntos más problemáticos en lo que a fugas se refiere.
En términos generales la rehabilitación de tuberías sin obras no sería aplicable en los casos en los que la tubería antigua está totalmente destruida o aplastada. En el encamisado es necesario utilizar la tubería deteriorada como receptáculo por el que introducir la manga que una vez formada, conformará la nueva tubería.